En los últimos años se ha observado un crecimiento alarmante en los casos de miopía en niños. Como padre o madre en Boyacá, es importante que conozcas cómo identificar los primeros síntomas, qué opciones de tratamiento existen y por qué acudir a revisiones oftalmológicas periódicas puede marcar la diferencia.
¿Qué es la miopía infantil y por qué está aumentando?
La miopía es un error refractivo en el que los objetos distantes se ven borrosos porque los rayos de luz se enfocan antes de llegar a la retina. Comúnmente aparece entre los 6 y los 16 años, y su progresión puede acelerarse si no se detecta a tiempo. Factores como el uso excesivo de pantallas, disminución del tiempo al aire libre y antecedentes familiares están contribuyendo al aumento de casos.
Señales de alerta en niños: cómo detectarla temprano
Estos son algunos síntomas que los padres pueden observar para sospechar que un niño tiene miopía:
- Dificultad para ver objetos lejanos, como la pizarra en el colegio o letreros en la calle.
- Entrecerrar los ojos constantemente para enfocar.
- Dolores de cabeza frecuentes, especialmente tras tareas visuales prolongadas.
- Acercarse mucho a los objetos, como tablets, libros o la televisión.
- Frotarse o parpadear con frecuencia.
- Incomodidad al ver en condiciones de poca luz.
- Rendimiento escolar bajo, dificultad para seguir clases cuando la pizarra está lejos, evitar actividades que requieren buena visión de lejos.
¿Cuándo acudir al oftalmólogo?
Si notas uno o más de estos signos en tu hijo, lo ideal es programar una evaluación visual. Un diagnóstico temprano permite:
- Confirmar si realmente hay miopía o algún otro defecto visual.
- Determinar su grado y velocidad de progresión.
- Establecer un plan para frenar el avance y prevenir complicaciones como miopía alta, problemas de retina o impactos en la calidad de vida (como dificultad al conducir, molestias visuales, o limitaciones en estudios y actividades recreativas).
Opciones de tratamiento y control de la progresión
No todos los tratamientos son iguales, y algunos se enfocan no solo en corregir la visión, sino en ralentizar el aumento de la miopía. Aquí algunas alternativas:
- Uso de gafas convencionales: corrigen la visión, pero no siempre frenan el avance.
- Lentes Stellest® de Essilor®: son una innovación diseñada para controlar la miopía infantil. Estudios han demostrado que pueden reducir la progresión en alrededor de un 67 % en comparación con lentes monofocales, si se usan unas 12 horas al día.
- Otros métodos complementarios: fomentar actividades al aire libre, limitar el tiempo frente a pantallas, asegurar buena iluminación y distancias adecuadas al leer o usar dispositivos electrónicos.
- Tratamientos médicos (como atropina en dosis bajas) u otras tecnologías especializadas, siempre bajo supervisión médica.
Es importante aclarar que la cirugía láser, aunque efectiva en adultos, no suele recomendarse en niños. Esto se debe a que sus ojos aún están en desarrollo y la miopía tiende a progresar. Solo en casos excepcionales, como miopía muy alta o falta de respuesta a otros tratamientos, podría evaluarse esta opción bajo estricta supervisión médica.
¿Cómo pueden los padres ayudar a sus hijos en el cuidado de su salud visual?
No solo se trata de lentes o tratamientos: los hábitos del día a día cuentan mucho:
- Promover tiempo al aire libre: jugar, hacer deporte, actividades al sol ayudan al desarrollo saludable del ojo.
- Limitar el uso de pantallas y tomar descansos frecuentes (la regla 20‑20‑20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia durante 20 segundos).
- Proveer buena iluminación y una postura adecuada al leer o estudiar.
- Estar atentos a los cambios visuales y consultar al oftalmólogo si algún profesor reporta dificultades visuales.
- Cumplir con las revisiones visuales recomendadas: idealmente al menos una vez al año para niños con antecedentes o signos de miopía. Si ya hay miopía diagnosticada, más seguimiento según grado y velocidad de progresión.
Conclusión
La miopía infantil es una realidad creciente, pero no es algo que deba aceptarse como inevitable. Reconocer sus señales tempranas, insistir en chequeos visuales regulares y conocer opciones modernas como los lentes Stellest pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los niños. En Oftalmología Salgado, estamos comprometidos con la prevención, el diagnóstico temprano y ofrecer soluciones actualizadas para que los niños de Boyacá tengan una salud visual fuerte y un futuro claro.