¿Qué es el glaucoma y por qué se le llama “enfermedad silenciosa”?
El glaucoma es un grupo de enfermedades que dañan el nervio óptico, generalmente asociado a un aumento de la presión dentro del ojo. Se le conoce como “enfermedad silenciosa” porque, en sus fases iniciales, no produce dolor ni síntomas evidentes. Cuando el paciente nota pérdida de visión, el daño puede ser irreversible. Por eso la detección temprana es clave para proteger tu salud visual.
Factores de riesgo: ¿quiénes deben estar más atentos?
- Edad: a partir de los 40 años aumenta el riesgo y requiere controles más frecuentes.
- Antecedentes familiares: tener familiares con glaucoma eleva la probabilidad de desarrollarlo.
- Enfermedades crónicas: diabetes, hipertensión o problemas cardiovasculares pueden influir.
- Uso prolongado de corticoides: en colirios (Gotas), cremas o vía sistémica, siempre bajo control médico.
- Miopía alta o traumatismos oculares: factores adicionales que ameritan evaluación periódica.
Importancia de los exámenes oftalmológicos periódicos
Un chequeo anual (o según indique tu oftalmólogo) permite detectar el glaucoma antes de que afecte tu visión. En la consulta se realizan pruebas como la tonometría (mide la presión intraocular), la evaluación del nervio óptico, la campimetría o prueba de campo visual y, cuando se requiere, estudios de imagen de la capa de fibras nerviosas.
Si ya presentas factores de riesgo, no esperes a tener síntomas. Infórmate sobre la enfermedad en la sección Glaucoma de Oftalmología Salgado y consulta cómo prepararte para tu visita en la Guía del paciente.
¿Cómo se detecta a tiempo? Pruebas que marcan la diferencia
- Medición de presión intraocular: identifica valores elevados que requieren seguimiento.
- Examen del nervio óptico: observa cambios estructurales compatibles con glaucoma.
- Campimetría computarizada: detecta pérdidas en el campo visual que no notas en la vida diaria. Conoce más sobre este examen en Campimetría Computarizada.
Señales de alarma que no debes ignorar
Aunque el glaucoma suele avanzar sin avisar, busca atención si presentas alguno de estos signos:
- Visión lateral (periférica) que parece “encogerse”.
- Halos alrededor de las luces o disminución de visión nocturna.
- Dolor ocular intenso con náuseas (más típico en glaucoma de ángulo cerrado, requiere urgencia).
Ante cualquier duda, prioriza una consulta con el especialista. Un diagnóstico a tiempo marca la diferencia.
Prevención y control: ¿qué opciones existen?
- Hábitos saludables: chequeos periódicos, controlar la presión arterial y el azúcar, evitar automedicarte colirios con esteroides.
- Tratamiento médico: colirios hipotensores para mantener la presión ocular en rangos seguros (tu oftalmólogo definirá la pauta).
- Procedimientos láser: en casos seleccionados ayudan a mejorar el drenaje del humor acuoso.
- Cirugía: cuando el tratamiento médico no es suficiente, existen técnicas para reducir la presión ocular y proteger el nervio óptico.
El objetivo siempre es el mismo: preservar la visión que tienes hoy. Con controles regulares y un plan personalizado puedes llevar una vida activa y segura.
Glaucoma en Boyacá: cuida tu visión, cuida tu vida
Si vives en Boyacá o en ciudades cercanas y tienes más de 40 años, antecedentes familiares o condiciones como diabetes o hipertensión, programa tu valoración. En Oftalmología Salgado – Glaucoma encontrarás información sobre el diagnóstico y el seguimiento; y en Campimetría Computarizada conocerás el examen clave para detectar cambios tempranos en el campo visual.
Conclusión
El glaucoma es silencioso, pero prevenible si actúas a tiempo. Agenda tus controles, conoce tus factores de riesgo y sigue el plan indicado por tu oftalmólogo. Tu visión no se negocia: protegerla hoy es la mejor inversión para tu futuro.